MUDANZA
Quiero ser
cada día menos simple y más discreto, como Sancho.
La poesía va
al estante que dice caprichos, el de arriba de todo. Las buenas novelas van al
estante más resistente; las enciclopedias van abajo para soportar el peso y
evitar que la estantería se me venga encima por tantos caprichos.
En la redes
sociales leer algo y compartirlo es festejarlo, en literatura se llama plagio o
simplemente afano.
Todas las
alegorías ya fueron pintadas. Un símbolo es unívoco, no necesita de un exegeta para
ser interpretado. El símbolo inequívoco
de toda mudanza es una frazada.
Repliegue
táctico es cuando abandono en la página 20 un libro que no me atrae, pero no
empezar a leer a un autor que aborrezco como persona, es un repliegue estratégico;
cualquier exegesis de su texto ya está contaminada por los símbolos de mi terquedad.
Los cables, extensiones, fichas, prolongadores, adaptadores y auriculares de celulares que se enredan durante la mudanza se acomodan solos en el tacho de basura.
Típico de
viejos incompletos - ASOMARNOS AL CONSUMO CULTURAL DE NUESTROS HIJOS.
Esa
obsecuencia paternal mas que hacernos modernos, nos convierte nuevamente en los viejos y pelotudos niños que fuimos.
REVOLVER o REVÓLVER, era la discusión cuando The Beatles sacaron el álbum con la tapa de Klaus
Voormann en 1966. Nos pusimos a estudiar gramática de resúmen Leru; el uso del acento;
el tilde en las palabras graves que no terminan en n ó s; tradujimos al inglés
revólver y después al alemán, por Klaus; ya no hubo mas dudas, un Revólver era la
metáfora perfecta para el primer y único disco de música psicodélica que escucharíamos en
nuestra vida.
Después
alguien se puso a sacar los tonos en la viola y otros practicábamos la fonética
para lucirnos en algún asalto sin revólver y sin ácido, revoleando nuestras
precarias melenas. Curiosamente los dos temas más bailables no eran de John Lennon
ni de Paul MacCartney y jamás nos animamos a cantar en público la del
submarino. En la intimidad sin que nadie descubra nuestras emociones, Eleanor Rigby
nos dejaba llorando.
Por fin
descubrimos al George compositor y fue emocionante. Comprábamos guitarras y hasta aprendimos cómo hacernos la toca y dormir con red.
Después de
eso no dejaron de perseguirnos. Los jóvenes perseguidos entre el 66 y el 82 dejábamos
tiradas cosas comprometidas por cualquier lado. Algún pariente habrá leído REVOLVER y por exceso de precaución hizo desaparecer el álbum, junto con un
disco de Zitarrosa, otro de Viglietti y todos aquellos libros
“comprometedores” de tapas ilustres.
jp
4 comentarios:
nunca lo escuché entero... un viejo pelotudo soy sí...
Guitarra negra hace llorar.
JLO, no somos, nos hicieron.
Alma vacía, Guitarra negra vino al mundo 12 años después y ya estábamos borrados o sordos. Gracias.
JP
Lo sé. La canción acá, fue de punto "final", 85.
Igual ni puedo hablar, nací dos años más tarde.
Saludos.
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