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lunes, 21 de julio de 2014

PAPASONICOS

El sabor del encuentro

Inspirado en la poderosa idea de la publicidad de Quilmes, el Episcopado organizó en la ciudad de Mar del Plata un encuentro con vino.
Asistieron 6 líderes plistocénicos de los trabajadores argentinos, muchos empresarios y algunos políticos aspirantes al 2015. Acomodados debajo de una gigantografía con la foto de Francisco I decidieron hacer paros y movilizaciones; justo el día que Argentina jugaba octavos de final en Brasil; la invitación rezaba: “Por la Cultura del Encuentro”. De fondo el gran lobo marino de la Minujín vestido con los alfajores de una multinacional de ex banqueros.

Se vienen ahora; necesitaban que finalizara el Mundial y que Argentina saliera segunda pero con menos euforia mediática, por eso esperaron unos días más  (Gracias Messi y Mascherano, otra vez).
La consigna es el Mínimo no Imponible algo así como lo que se les ocurrió a los obreros japoneses en los 90 para protestar contra la explotación capitalista nipona trabajando más horas sin cobrar para atorarle a  Toyota  sus líneas de producción. Perdieron, la Toyota se trasladó a la lejana Córdoba de De La Sota, tambien presente en el Encuentro de la Pastoral Social del Episcopado.
La historia del Movimiento Obrero tiene un capítulo japonés que se titula "Huevada atómica en manos de un proletariado esquizofrénico dirigido por Mefisto con puesta escénica de Pepito Cibrian". 

En Mar del Plata no dejaron temas sin tocar. Hablaron de impuestos, drogas, inseguridad y de una "revolución papal" (Scioli).

En agosto tendremos a los metalúrgicos de Caló, los mecánicos de Pignanelli, los camioneros de Moyano, los petroleros de Pereyra y los maestros de  Yasky y Micelli (que representan a una parte de los trabajadores alcanzados por el impuesto en cuestión) junto con los gastronómicos de Barrionuevo que no llegan ni a palos a las 15 lucas pero se mueren de envidia. Ni en pedo van a laburar una hora mas gratis como sus hermanos nipones, La tienen clara, son clasistas y dicen que todos unidos triunfaremos con paro, movilización y  el consenso del enemigo.
Una burla moral que se mediatizará prolijamente con la Pastoral Social como caballo de Troya usurpando y riéndose de las tradiciones universales de la lucha sindical de la clase obrera y de  los miles de dirigentes asesinados por los gobiernos patronales, nacionalistas y católicos y sus  policías; con  los mismos policías de la provincia de Scioli a la cabeza.  

Ni quieren Socialismo ni tienen contradicción alguna; quieren acabar con este gobierno bendecidos por Francisco y negociar con gobiernos liberales, de esos que tanto les han dado de comer. Sencillitos y coherentes.

Los 6 chabones "obreros" ni pueden dormir, están estresados, cansados, podridos, hartos de que unos 2,3 millones de asalariados que pagaban Ganancias y que ahora Cristina redujo a 1,5 millones subiendo la base imponible , alimenten "esos planes de subvención" social del gobierno – y lo dicen.
No les conviene el paliativo oficial porque ahuyenta gente aturdida por el hambre de las estructuras plistocénicas de sus respectivas CGTes;  y tampoco les conviene a los empresarios - presentes en la misma mesa - porque si hay mas desocupados que se note, y va a ser solo porque ellos no son japoneses y no  pueden pagar semejantes sueldos –también lo dicen.
Hay que admirarles la consecuencia, porque no lo hacen por placer, lo hacen por convicción, son ultraliberales enquistados en un movimiento de masas poderoso para evitar que la brecha desaparezca. Juntos pretenden ser la fe civilizando a los bárbaros.

Esta maquinaria  evidentemente cuenta con el apoyo de algunos sectores del mismo gobierno (Burgueses, católicos y Papasónicos) porque sino no se explica que los únicos que aporten a la ayuda social sea el 5,5% de los trabajadores registrados que ganan más de 15.000 pesos mensuales. 
Las cifras cantan una plantilla de aproximadamente 18,8 millones de trabajadores asalariados de los cuales 8 millones están todavía “en negro” y también cantan, casi gritando como Valeria Lynch, que cualquier empresa gasta diez veces mas que toda la retención salarial del país solo en publicidades, como las de  Quilmes.
O somos inclusivos o nos hacemos los boludos pero hay crisis en puerta, recesión, inflación y malaria  - típicas enfermedades virales del mundo capitalista - y cada uno vá a intentar salvarse solo. Ni lo duden, la fe no civiliza a nadie.

Por eso, tampoco se entiende porqué, además de dar la bienvenida a los capitalistas chinos no evitamos esos giros monstruosos de divisas al exterior que las grandes corporaciones realizan sin inmutarse, siendo que hasta la Papocracia mas obsecuente acepta las recomendaciones de Francisco I sobre reducir los desniveles exagerados de la “brecha”. Parece una joda.

A la hora de juntar patoteros piensen en ellos. Tienen cautivas a las barras bravas del Rojo, Chacarita, Chicago, Kymberley, Alvarado y Boca  seguro; mas algún quebracheño que nunca laburó dispuesto a ir encapuchado por la otra esquina a hacer bardo cuando los multimedios enciendan las camaritas.

No alcanza con establecer distancias éticas o estéticas, esto se trata de juntar fuerzas como hace el Episcopado y beber con moderación. Es ideología pura, lucha de clases en lunfardo, brecha social en disputa y angustia, siempre angustia y para el mismo lado.

Para  los candidatos del viejo aparato al acecho, es lo mismo cantar la marcha peronista, o la radical, o la canción de Frozen que le gusta tanto a Macri,  pero  bailando cyberpunk distópico con el sabor del encuentro.
Una buena para el final - los micros para movilizarse tienen asignados “conductores responsables” que ese día tomarán Coca-Cola a  pedido de Violetta y Michetti, fanáticas de los Papasónicos.

Salú
JP


Información de Prensa
Luego de entonar las estrofas del Himno Nacional y rezar la "Oración por la Patria", el obispo local, monseñor Antonio Marino, les dio la bienvenida a todos los presentes. Desde el estrado lo escuchaban el secretario ejecutivo de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, Adalberto Odstrcil; el obispo de Lomas de Zamora y miembro de la Comisión, monseñor Jorge Lugones; el obispo emérito de San Isidro, monseñor Jorge Casaretto; el gobernador bonaerense Daniel Scioli y el presidente de la Comisión Episcopal y obispo de Gualeguaychú, monseñor Jorge Lozano.
En tanto, desde la primera fila escuchaban la vicejefa de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, María Eugenia Vidal; los diputados del Pro Federico Pinedo y Jorge Triacca hijo; el titular de la CGT Azopardo, Hugo Moyano; el de la CGT Azul y Blanca, Luis Barrionuevo; el de la CGT oficial, Antonio Caló; y el de la CTA opositora, Pablo Micheli, entre otros.
Más tarde se sumó el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota.
Antes del cierre Scioli saludó a los políticos sentados en primera fila, a los empresarios presentes y especialmente les envió "un abrazo  a mis compañeros del movimiento obrero, en este momento de gran responsabilidad social, en estos momentos de cuidar el trabajo y seguir luchando por una mejor y justa distribución del ingreso".
Por otra parte, agradeció que "hayan elegido esta ciudad tan inspiradora, que es un símbolo de familia, de los mejores valores que tenemos que recuperar, de la cultura de la vida y proyectarlos hacia el futuro, en un momento de la revolución encarnada por el papa Francisco, promoviendo una innovada globalización de la fe, de la esperanza, de la solidaridad". (Diario La Capital MDP 28/06)


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